El pasado 15 de marzo, el icónico Downtown Orlando volvió a convertirse en epicentro de la música latina con la esperada edición 2025 del Bajo La Luna Fest, un evento que año tras año celebra la riqueza cultural y sonora de América Latina. Miles de personas se dieron cita para vivir una jornada inolvidable de ritmos vibrantes, energía contagiosa y grandes momentos sobre el escenario.
La actuación principal de la noche estuvo a cargo de Cultura Profética, la aclamada banda puertorriqueña de reggae, que ofreció un espectáculo magistral cargado de mensajes conscientes, fusiones caribeñas y una conexión emocional profunda con su público. Con clásicos como “La complicidad” y “Saca, prende y sorprende”, lograron encender a toda la audiencia, reafirmando su lugar como referentes del género en el ámbito internacional.
Sin embargo, uno de los momentos más memorables fue la presentación de Mechy Sánchez, artista emergente del reggae en Miami, quien continúa consolidándose como una de las voces frescas y prometedoras de la escena local. Su estilo único, que mezcla reggae clásico con toques modernos y letras introspectivas, cautivó a los asistentes desde el primer acorde.
Durante su presentación, Mechy incluyó un solo de tambora con su inconfundible estilo caribeño, marcando un momento extraordinario que conectó profundamente con el público y añadió una dimensión aún más vibrante a su espectáculo. Fue un instante de pura energía y expresión cultural que se ganó una ovación espontánea de los presentes.
Con visible emoción, Mechy compartió unas palabras que resonaron entre sus seguidores:
“A un año de sacar mi álbum debut, es un privilegio para mí estar aquí, compartiendo escenario con tremendos ídolos.”
La declaración, sencilla y honesta, reafirmó su humildad y el compromiso con su crecimiento artístico, convirtiendo su actuación en un hito personal y profesional.
La presentación de Mechy estuvo respaldada por una banda musical de altísimo nivel, cuya profesionalidad y dominio escénico contribuyeron enormemente a la calidad del show. Con una ejecución impecable, los músicos ofrecieron una base sólida y envolvente, permitiendo que la artista brillara con luz propia. El ensamble demostró una química evidente, con arreglos bien pensados, una rítmica precisa y una sensibilidad artística que complementó a la perfección la propuesta de Mechy.
Sin duda, este evento marcó un hito más en el calendario musical de Orlando y dejó al público con ganas de más. La próxima edición ya comienza a generar expectativa, mientras artistas como Mechy siguen creciendo y llevando su música a nuevos escenarios.
Entre las participaciones destacadas, el público vibró con la presencia de Los Cafres, la legendaria banda argentina formada en 1987, pionera en interpretar roots reggae en español. Considerados fundadores del reggae latinoamericano, los Cafres siguen recorriendo Argentina y Latinoamérica con una propuesta sólida y auténtica. Con 14 álbumes en su haber —muchos de ellos galardonados con discos de Oro y Platino— su presentación fue una verdadera clase magistral de reggae con sello propio.
Los motores del festival comenzaron a calentarse desde temprano gracias a la presencia del rapero venezolano Akapellah, quien durante el soundcheck ya mostraba el poder de su lírica afilada y su presencia escénica. “Con calma, pero con todo el flow”, Akapellah fue afinando cada verso, preparando el terreno para lo que prometía —y fue— una noche épica. Su participación aportó fuerza urbana y autenticidad callejera al evento, conectando con nuevas audiencias y ampliando la diversidad sonora del festival.
Otro de los momentos que encendió al público fue la presencia de la Red Bull Batalla, la icónica competencia de freestyle rap en español que busca y promueve a los mejores improvisadores de hip-hop. En esta edición del festival, la plataforma ofreció un espacio vibrante para que los talentos del freestyle mostraran su agilidad verbal, ingenio y capacidad de improvisación en vivo. Fue un segmento cargado de energía, creatividad y respeto por la cultura urbana, que sumó frescura y emoción a la experiencia general.
